La Feria andaluza
La fiesta que se celebra cada año en Andalucía recoge las tradiciones y costumbres populares más conocidas de España, ofreciendo un espectáculo único tanto a la población local como a los turistas de todo el mundo.

En España, en la región de Andalucía -considerada por muchos como la tierra más cálida del continente- cada año se celebran varias fiestas, todas acomunadas por unos colores llamativos y algunas tradiciones típicas de un pueblo siempre festivo, que han permanecido intactas en el tiempo.
Ni que decir tiene que la mente del turista asocia a España metas como la plaza Mayor de Madrid, La Rambla de Barcelona o el Oceanogràfic de Valencia, a diferencia del viajero que, como todo el mundo sabe, es difícil de complacer. Este último se va siempre más lejos, porque no le convence la idea de que España sólo es el país de la paella, del clasico de fútbol y de las hermosas playas. ¡Él sabe que esa tierra puede ofrecer mucho más! Y entonces no queda nada más que proseguir el camino y abrir la mente hacia horizontes más lejanos, sumergiéndose en un contexto caracterizado por celebraciones populares desde siempre rigurosamente respetadas. Entre ellas, destaca sin duda la "Feria de Andalucía", fiesta que tiene lugar cada año en las principales ciudades de la región meridional española, de la que Sevilla es la capital.
Y es en el período que va desde abril hasta septiembre, que miles de residentes y turistas de todas las edades se reúnen en las afueras de Córdoba, Málaga, Granada y de la misma Sevilla, para asistir a los espectáculos de música en vivo o de "Sevillana" (el baile típico de Andalucía, que constituye un subgénero del "Flamenco"), o incluso para degustar los platos típicos de la tradición española como el "salmorejo", el "jamón serrano" y las "patatas bravas".
Las celebraciones de la fiesta popular más importante del año comienzan el lunes por la noche con "el alumbrao" (el encendido de las luces decorativas y el disparo de hermosos fuegos artificiales) y duran hasta el domingo por la noche. La Feria de Andalucía se caracteriza por los trajes que la población local lleva para la ocasión: entre ellos, ¿cómo no citar el "Vestido de flamenco", un vestido de lunares tradicional realizado en colores vivos, convertido en un icono de la cultura local? ¿O el tradicional "sombrero cordobés", un sombrero elegante de color oscuro nacido en Córdoba y luego popularizado en todo el mundo? De hecho, se utiliza también al extranjero como accesorio de Carnaval.
Otro elemento característico de esta celebración es la presencia de las "casetas": pabellones administrados por familias locales, asociaciones u organismos públicos y privados que actúan generalmente en el territorio en el que la Feria tiene lugar. El acceso a las "casetas" suele ser gratuito y los servicios ofrecen una gran variedad: en algunas se venden las especialidades gastronómicas españolas, mientras que en otras no se pierde la ocasión de bailar la música del momento o beber cócteles exclusivos como el famoso "Rebujito", que consiste en la versión "blanca" del también conocido "Tinto de Verano".
Sin embargo, la feria ofrece mucho más, por ejemplo los “chacharritos” (paseos) ubicados a lo largo de la "calle del infierno", o la "Noria" desde donde se puede disfrutar de un panorama impresionante. ¿Y cómo no darse cuenta de el "árbol", que a costa del nombre es la arena amarilla que caracteriza el suelo de todas las vacaciones andaluzas? ¿O también de los espectáculos matutinos con los caballos?
Contar una de las fiestas populares más divertidas del mundo no es fácil y no es suficiente un artículo para describir las emociones que se sienten cuando "vives" esta experiencia. Por otra parte, se trata de un acontecimiento extraordinario que cada año trae a Andalucía ganancias no indiferentes, pero que este año -por las razones que todos conocemos y por primera vez en su historia- no ha tenido lugar. Por lo tanto, todos esperamos que la Feria pueda pronto volver a brillar en todos sus colores, con sus tradiciones y con su música ya el próximo año, alegrando los días de niños y adultos que todavía tienen ganas de divertirse.
Articolo a cura di: Giuseppe Mafrica